martes, 11 de octubre de 2011

Justicia

Todo lo dejó en manos del destino, aunque nunca había creído mucho en el, y luego rezó; quizá llevado por el miedo, cometió tal estupidez.

Cuando la descarga recorrió su cuerpo se vió de niño, jugando en la orilla del lago junto a su padre y exhaló su último aliento y se unió a algunas de sus víctimas en el fondo del infierno.

Hombre Anónimo

De pequeño era un niño que no lloraba cuándo se suponía que debía hacerlo.

De adolescente, no pensaba que las relaciones con los demás le aportaran nada.

A la edad adulta ya llevaba tiempo al margen del mundo real.

Con 65 se jubiló de vivir y para ello contó con la inestimable ayuda del cinturón de su albornoz.

Love At First Sight

Cuando la conoció su vida era bastante caótica, vista de desde fuera, eso si, porque para él todo estaba en perfecto orden, aunque a veces percibía que debía "echar el freno"; en esas épocas, se retiraba del mundo social y afloraba su vena mas autista y antisocial.
Era como reciclarse, resetearse, como hacer un reinicio o hibernar socialmente.
No era su época más disgregada, pero inmediatamente que la conoció se dió cuenta de que no era como las demás, podía ser una impresión errónea, casi siempre era así y terminaba siendo defraudado en sus expectativas previas, pero tras conocerla mejor, se dió cuenta de que sus primeras impresiones, por primera vez en su vida habian sido correctas y que ella incluso era más de lo que él habia creído o se podía esperar.
No habia creído nunca en los flechazos, sólo en los de las peliculas del oeste, pero intuyó que podía ser lo más parecido a eso que iba a sucederle en la vida.
A partir de entonces, simplemente, se dejo llevar y dejo "que el destino siguiera su curso"...


Tras darle el último bocado, comprendió, con lágrimas en los ojos, que jamás volvería a tener entre sus manos una hamburguesa como aquella.

Revelación

Conducía mi camión, como llevo haciendo los últimos 15 años.
Siempre me gustó ésta vida solitaria y nómada y el poder que da controlar una máquina de varias toneladas de peso.
Los estimulantes y la compañía caliente, ocasional e hipócrita de alguna mujer han sido parte de mi trabajo.
Inicié una travesía por una zona montañosa de un remoto país, antiguamente parte de un país que ya no existe y atravesé "El Gran Túnel" donde las luces artificiales que lo iluminan consiguen que todo sea una monotonía sin fin (he de decir que es un camino muy poco transitado) y sientes que estas penetrando en las entrañas de la corteza terrestre.
Muchos perecieron horadando este paso en la milenaria montaña, quizá malditos por la agresión que estaban perpetrando (ésta era una zona de asentamiento de una tribu mestiza que fue erradicada).
Continuaba mi travesía sin mas estimulos que el sonido ronco del motor y las luces del túnel que iban pasando una tras otra en aritmética sucesión.
Al salir del túnel me encontré como en un estado superior, todo me parecía distinto, incluso yo, me refiero a la percepción que tenía de mi mismo, tuve de pronto como la revelación de que yo era en cierta manera alguien especial, un ser superior.
Comencé a sentir , debido a ese sentimiento de ser superior, un odio intenso por el género humano, reavivé el odio que permanecía latente, como una espora, que sentía por mi madre, aquella vieja beata inflexible y por mi padre, hombre débil que se dejana manipular por ella y que desahogaba su frustracion en alcohol.
Desee haber tenido valor entonces para haber arrebatado la vida de los dos seres que me la dieron a mi.
También fuí consciente entonces de que alguno de mis sentidos, sino todos, estaban agudizados; no es que viera con más intensidad, sino que percibía con los ojos cosas que ni siquiera intuía antes.
Quizá el haber atravesado ese túnel del que tanta leyenda oí, había conseguido algo mágico en mi y me habia conferido algún especial poder, no sé, pero estaba convencido de que ese poder me iba a servir para despojar al mundo de seres inferiores y abyectos.
Decidí que el resto de mis dias me decicaría a cumplir mi nuevo cometido, el de librar de seres inferiores (infraseres,cómo pasaría a denominarlos desde áquel momento)a este mundo, utilizando para ello mi camión, que me llevaría a los lugares, por muy remotos que fueran, dónde cualquier infraser se pueda esconder.