El Extraño Caso de Feliciano

No me pregunteis como he llegado a este estado lamentable en el que la sociedad me vuelve la espalda y solo tengo trato con algun que otro enfermero al que le caigo simpatico y con el personal medico que para su desgracia y desagrado supongo, me tiene que tratar diariamente en este centro en el que me encuentro recluido.

Para empezar a escribir este pequeño diario comenzare presentandome, mi nombre es Feliciano Ciorraga Busquets y tuve una infancia y adolescencia bastante normales, contando que no simpatizaba mucho con la sana costumbre de mis coetaneos de ir al campo a matar gatos y alguna gallina. Tengo 36 años.

De adolescente marche al norte a estudiar y abandone el antro en el que me crie
Comence a trabajar mientras estudiaba por las noches y en mis ratos libres me gustaba jugar a algun que otro videojuego en una videoconsola que compre de segunda mano pero en muy buen estado, todo hay que decirlo.

Fue una tarde tras terminar una partida en red al videojuego Pokemon, tras el cual termine con una gran tension nerviosa ya que un tipo de Dar Es Salaam con el que competia me jodio varias de mis mascotas principalmente Poochyena y Gardevoir y fue cuando comence a...a....no puedo recordar ese dia sin romper a llorar porque tras ese dia mi vida no fue la misma....comence a comerme los "padastros" vamos las pieles que hay en los d3edos alrededor de las uñas, por si hay algun retrasado mental que no sabe lo que son;por cierto las mejores cosechas estan en dedo corazon y meñique.

Tras este dia era costumbre habitual, ya estuviera nervioso o no, alegre o triste etc...incluso si estaba con una chica, ya me entendeis, tenia que parar para "comer" un poquito tras lo cual supongo que de manera psicologica y actuando como placebo recobraba nuevos brios en la faena.

Con el paso de los tiempos y y asumida mi nueva costumbre, cosa que no esta tan mal, igual que otros tienen por costumbre santiguarse antes de salir de casa o despegar su avion, la cosa fue a peor ya que comence a mal tolerar gran parte de los alimentos que comia habitualmente.
Fui observando que me sentaban mal especialmente las carnes y derivados animales asi que supuse que estaria desarrollando una enfermedad celiaca o algun tipo extraño de intolerancia.

Tras exhaustivas puebas y analisis, muchos de ellos en el extranjero (fui a un hospital en Melilla y todo!) un sabio doctor, el doctor Havalainen, finlandes que presta servicios en el hospital de Tomelloso especialista en Psiquiatria Digestiva me diagnostico, pasmaos, un Canibalismo Inducido, lo que en resumen es que a raiz de exponer mi organismo a cada vez mayores dosis de carne humana debido a mi "vicio" desarrolle una tolerancia a ese tipo de carne, rechazando mi cuerpo mediante una intolerancia refleja el resto de carnes de consumo humano. Parece ser que solo ocurre un caso cada 1.475.288 habitantes mas o menos, segun me han comentado.

Pasado un tiempo y segun el doctor y los pocos casos estudiados ya que no es una patologia comun comenzaria a necesitar cada vez mas cantidad de carne y al solo poder comer y tolerar carne humana era posible que mi juicio comenzara a nublarse y, bueno...que os voy a contar...

Asi que la solucion unica parecia ser el internamiento en un centro para canibales inducidos en el cual se nos suministra carne procedente de indigentes que nadie reclama, lo que queda de las facultades de medicina y el excedente de algun restaurante chino para nuestr sustento...digo nuestro porque hay otro interno conmigo, no compartimos habitacion preventiva y logicamente por si a media noche nos da hambre y nos mordemos un hombro o una nalga.

Parece ser que es un caso mas comun en varones caucasicos del grupo B - y con ligero estrabismo convergente

Mientras estemos bien alimentados y sin hambre no somos (soy) en absoluto peligrosos, pero un consejo os doy mientras me como este bocata de recto anterior de un muslamen...no comeos los padartros por si acaso, no inicieis un viaje quiza sin retorno al mundo del canibalismo, que aunque muy glamuroso tras el caso de Armin Meiwes El Canibal de Rotemburgo, no es tan bonito como parece y es muy duro ser canibal hoy dia.

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